El proyecto desarrolla un sistema de seguridad, cuya función es la medida por infrarrojos de la temperatura de las llantas, discos de freno y cajas de grasa de los trenes. El sistema es fijo y se encuentra instalado en las inmediaciones de la vía. Los resultados de las medidas son enviados a una unidad supervisora remota, en la que se determina si las temperaturas superan unos límites preestablecidos que indican problemas en el funcionamiento del tren. Junto con el valor de las temperaturas, se determina la velocidad de paso de tren y el tipo de unidad de circulación (en función de la distancia entre ejes). Estos últimos datos son necesarios para establecer los umbrales de alarma.